Hasta hora eran cosa "pequeñas", sin importancia: dejaba las llaves de casa en una balda y al día siguiente aparecían en el bolsillo de la chaqueta, metía una manzana en el bolso, para mitigar el gusanillo de media mañana, al ir a buscarla no estaba y curiosamente cuando volvía a casa estaba en el frutero,......
Ya os digo, pequeñas cosas del día a día, a las que hasta ahora no había dado importancia, pero lo ultimo que me ha pasado me ha hecho pensar,
Ayer, volviendo a casa en el metro, escuche como dos señoras, que iban sentadas mi lado, se contaban la una a la otra, como hacían ellas la tortilla de patata. A las dos, por supuesto, les salía riquísima. Una pena que cuando iban a contar el toque secreto de cada una, llegase mi parada, y al bajarme me perdí lo mejor de la conversación,
Bueno, que me lío, el caso es que de oírlas me entraron ganas de cenar tortilla, y antes de ir a casa pase por el super a comprar huevos, para preparar una rica tortilla.
como os podréis imaginara el susto fue tremendo, y no sabia que hacer, abría y cerraba la huevera pero hay seguían, no había forma que desapareciesen, incluso alguno se atrevió y realizo una pequeña excursión por la cocina
en todo grupo siempre hay alguno mas gallo!!!
Después de todo lo que os he contado, lo único que me ha quedado claro es que no cene tortilla, y que tengo seis nuevos compañeros en casa, que espero no den mucha guerra.
Os dejo, para que saquéis vuestras propias conclusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario